Para pensar en invertir piensa en una estrategia

Una estrategia de inversión te permite a analizar las alternativas disponibles para encontrar la más adecuada, evitando pérdidas por movimientos impulsivos y procurando los mejores resultados con una clara visión de nuestros objetivos. Sabiendo esto, comienza con los siguientes pasos:

1. Define tu estrategia de inversión

Define tu meta: ¿Para qué quieres invertir?

Establece un plazo: ¿Por cuánto tiempo?
Contempla el riesgo: ¿Cuáles son los instrumentos adecuados y los probables escenarios?
Define tus objetivos de rendimiento: ¿Cuál es tu perfil de inversión?

2.¡Utiliza el método SMART!

Specific: ¿Qué quiero lograr?
Measurable: ¿Cómo sabré cuando lo haya logrado?
Achievable: ¿Cómo puedo lograr mi meta?
Realistic: ¿Vale la pena?
Time-bound: ¿Cuándo puedo lograr mi meta?

“La mejor manera de pensar en inversiones es sentarse en una habitación sin nadie más y simplemente pensar. Si eso no funciona, nada más funcionará”.

– Warren Buffett

3.Amplía tu estrategia considerando lo siguiente:

1 Horizonte de inversión. Definir para qué usaría ese dinero y en cuánto tiempo lo voy a usar.
2 Objetivo de inversión. Hay que priorizar entre conservar su valor, recibir ingresos o multiplicar ganancias. Así tendrás certeza del tiempo y el riesgo a asumir y por ende el tipo de activos de inversión que te darán un rendimiento proporcional.
3 ¿Qué tan diligente voy a gestionar mi cartera? ¿Diariamente voy a revisar las acciones para comprar o vender, o sólo cada tantos meses?
5 Comparación de producto: ¿Dónde se gana más con respecto a lo que quiero hacer?
6 En qué voy a invertir, por qué y a qué nivel. Todo esto pensando en las características, ciclo económico, rendimiento, qué tanto varían de acuerdo a la inflación, si serán solo a nivel local o nacional.
7 Definir estándares de compra-venta. Plantea los riesgos que estás dispuesto a asumir y cuáles y en qué momento no.

4.Conoce y analiza el escenario de tus inversiones

Existen diversos factores a tomar en cuenta para medir los riesgos, aprovechar las oportunidades y proteger nuestras inversiones. Los más importantes son:

• Inflación: Aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios de un país. Para el caso de inmuebles cuando ésta sube, también los precios de los inmuebles
suben.

• Ciclos económicos: Variaciones que se dan en la economía de un país, específicamente en sus aspectos de producción, empleo, ingreso e inversión, y que en buena medida determinan la abundancia o la escasez de recursos que vive su población en un momento histórico.

• Tasas de interés: En crédito, es el porcentaje que te cobran sobre el monto. En un pagaré bancario es el monto que te pagan por usar tu dinero un tiempo determinado. Las tasas están ligadas con la inflación y el crecimiento económico en la medida de si hay mayor oferta de crédito las tasas están bajas; si aumenta la demanda, aumentan los precios; si los precios se ven afectados por la inflación las tasas pueden modificarse.

• Política: Cuando un país está pasando por cambios drásticos o de incertidumbre, los inversionistas ponen el ojo en la estabilidad de sus activos y valorar las relaciones que surjan o se quiebren entre las naciones. También las reformas que impactan a las empresas pueden ser buenas oportunidades para unas o el declive para otras.

• Finanzas públicas: Mientras un país tenga buenas relaciones financieras, mayor será su crecimiento. En México, hay políticas en la que los gastos no pueden superar los ingresos para no generar deuda ni sobre deuda. Los indicadores que más se siguen en esta categoría son el déficit, cuánto representa la deuda contra el PIB, el presupuesto de ingresos y egresos y el gasto público.

• Impuestos: Afectan a las ganancias de las empresas y por lo tanto a las inversiones relacionadas con ellas.

¡Ahora ya estás un paso más adelante para comenzar a invertir!