Los remates hipotecarios son una inversión con muchas garantías favorables. Sin embargo, ¿sabes cómo llega un bien inmueble hasta ese punto? Descubre las 4 fases previas a que una propiedad pase a convertirse en un remate.
- Alguien solicita un crédito hipotecario
Este es un momento con el que muchas personas pueden sentirse identificados. En un determinado momento, en muchas ocasiones se decide hacer una inversión que representa el futuro de una familia o de las finanzas personales. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones se cuenta con un crédito para poder llevar a cabo esta operación.
A partir de este momento, se establece un pacto de la persona beneficiaria con una entidad bancaria. Ésta sustentará el crédito y se le deberán pagar cuotas como parte de un acuerdo. De esta forma, se cubren tanto los intereses tanto de quien desea adquirir un inmueble, como de la entidad financiera.
- El inmueble queda en garantía
Una vez aprobado el crédito y obtenido el bien inmueble, este queda como un bien sobre el cual se deben realizar pagos hasta saldar la deuda y obtener la propiedad absoluta del mismo. Por ello, es necesario el cumplimiento correcto y puntual de los pagos.
- Se da un incumplimiento del pago
Por alguna razón la persona beneficiaria no puede seguir cumpliendo con sus acuerdos de pago al banco o entidad financiera. De extenderse esta situación, será momento de tomar medidas. A partir de este momento, no se genera automáticamente un conflicto, sino que es la extensión de esta problemática la cual puede llevar a una fase más avanzada y que acerque el inmueble a convertirse en un remate hipotecario.
- Ocurre un juicio legal
Tras períodos extendidos de impagos, la entidad financiera deberá tomar cartas en el asunto. En este momento se llega a un juicio legal en el que se dictaminará lo que seguirá en futuras operaciones con respecto a un inmueble cuya persona acreditada no puede hacerse cargo de su deuda.
- Venta de la deuda
Esta es la fase final y en la cual el inmueble se ha convertido ya en un remate hipotecario. Para este momento, inversionistas estarán preparados para hacerse con los derechos sobre la propiedad. Es decir, adquieren la deuda que existe sobre el inmueble y a partir de la situación dada se llevarán a cabo procesos legales en los que o recibirán los pagos pertinentes o terminarán ejerciendo una opción de apropiación sobre el inmueble en cuestión.
Así es como funcionan los remates hipotecarios. Es sencillo resumirlo a 5 sencillas fases, sin embargo, todas estas llevan márgenes de tiempo determinados; incluída la última que surgiría tras la inversión en el remate. Es un proceso delicado, pero que está lleno de garantías para aquellas personas que deciden implementar este tipo de inversiones en su cartera.
También, incluye garantías para las personas que fueron beneficiarias de un crédito sobre la propiedad, pues pueden llevar a cabo distintas opciones para saldar su deuda y mantener el inmueble bajo su posesión.
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